El aceite de soja crudo tiene muchos efectos beneficiosos en el perfil lipídico y la presión arterial; mientras que el aceite de soja calentado es perjudicial, empeorando la hipertensión, dislipidemia y también promueve la arterioesclerosis.
Aunque el aceite de soja es considerado saludable, induce obesidad, diabetes, resistencia a la insulina e hígado graso en ratones; mientras que el aceite de soja genéticamente modificado llamado Plenish induce menos resistencia a la insulina pero produce hepatomegalia y disfunción hepática.